Radiante día el que se vivió este viernes en Jaca para celebrar la festividad del Primer Viernes de Mayo, la fiesta más esperada y más vivida por los jacetanos. En las últimas horas los jaqueses vivieron pendientes de tiempo, con miedo a que la lluvia hiciera acto de presencia, como el año pasado, pero finalmente el sol lució durante toda la mañana. El olor a pólvora y claveles impregnó las calles de Jaca para conmemorar la Victoria de las huestes del Conde Aznar Galíndez sobre los moros invasores. Como todos los años, cientos de personas salieron a la calle para rendir homenaje a esta gesta bélica, que concluyó con el canto del himno de Jaca, con fervor y orgullo del pueblo jaqués. Pero la jornada comenzó, como manda la tradición, con el almuerzo en la explanada situada junto a la ermita de la Victoriao en los establecimientos hosteleros de la ciudad.El plato típico las migas, que sirvieron para iniciar esta intensa jornada, que con tanto sentimiento viven los jacetanos cada año. Luego, el desfile, con la participación de más de 800 personas, arrancó de la avenida Regimiento de Galicia, a las 12.00.